REFLEXIÓN

Durante el desarrollo de estas actividades me sentí confiada, principalmente porque ya había realizado trabajos similares en materias anteriores. Esa experiencia previa me permitió iniciar con claridad y seguridad, sin la sensación de partir desde cero. Saber que contaba con conocimientos y prácticas anteriores me dio tranquilidad y me ayudó a avanzar con mayor fluidez en cada etapa.

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En el ámbito emocional, este proceso me enseñó a confiar más en mis propias habilidades y capacidades. Pude reconocer que, cuando organizo mis ideas y mantengo la calma, soy capaz de resolver los retos que se presentan sin caer en la duda o la presión excesiva. También aprendí a valorar mi progreso personal y a reconocer que la seguridad en mí misma es una herramienta esencial para trabajar de manera efectiva.

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En cuanto al aprendizaje académico, estas actividades me permitieron fortalecer conocimientos ya adquiridos y profundizar en nuevos conceptos. Pude analizar la información con mayor detenimiento, identificar elementos clave y relacionarlos con situaciones reales o prácticas dentro de mi formación. Además, mejoré en la estructuración de mis ideas, en la interpretación de contenidos y en la manera de comunicar mis conclusiones de forma más clara y coherente. Este proceso también fomentó una visión más crítica y ordenada al abordar las tareas.

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En general, esta experiencia no solo reafirmó mi preparación previa, sino que también impulsó mi crecimiento personal y académico, brindándome mayor seguridad y claridad para enfrentar futuros desafíos.